Salir a correr, montar bicicleta, hacer yoga… cualquier deporte puede ser compartido en pareja. Descubran juntos cuál es su actividad favorita y disfruten del bienestar y la conexión que les brindará este espacio juntos.

Sabemos que el ejercicio ayuda a combatir la obesidad y a prevenir las enfermedades cardiovasculares, así como a reducir riesgos como el cáncer y la diabetes. Pero, en el corto plazo, como lo explica Oxford University Sport, la liberación de endorfinas producto de la actividad física mejora nuestro estado de ánimo, nos hace sentir más ágiles y motivados, y ayuda a mejorar nuestra concentración y capacidad de resolución de problemas.

A esos beneficios se les suman otros cuando el ejercicio lo realizamos con nuestra pareja. “Cuando las parejas hacen ejercicio, pueden concentrarse en sus metas juntas. Crea un vínculo entre ellos”, dice la consultora de ejercicios Ashley Borden al portal Livestrong.

Motivación y autoestima

Una de las grandes ventajas de hacer deporte con tu pareja es que juntos se motivarán a seguir. Si un día uno está con flojera, el otro lo animará para ponerse las zapatillas y salir a entrenar —o ponerse la ropa de baño e ir a nadar —. Juntos crearán un ambiente de competitividad sana que los ayudará a mejorar cada día, a plantearse metas individuales y como pareja, y a celebrar cuando las alcancen.

Además, practicar deporte aumenta nuestra autoestima porque nos sentimos y vemos mejor. ¡Qué mayor motivación que esa! Más aún si tú y tu pareja se empezarán a sentir más saludables.

Calidad de tiempo juntos

El ritmo agitado de estos tiempos lleva a que muchas parejas compartan pocas actividades de recreación o de relajo —el trabajo, los hijos, el tráfico…—. Hacer deporte juntos les ofrecerá ese espacio de calidad y complicidad que puede faltarles.

Desde el momento en el que uno de los dos propone realizar deporte, se rompe la rutina de ambos (en el buen sentido, claro está). Como señala la publicación digital Eres deportista, “implica pensar de una forma nueva en un ‘nosotros’ que no es el habitual, y supone atenderse uno al otro como pareja”. Esto porque no solo se trata de compartir, sino “la elección de la actividad, el horario, la intensidad y el lugar son, de por sí, aspectos que fortalecen la unión”.

Este tiempo compartido será, entonces, una manera de evitar conflictos o de superar roces, porque les permitirá conectar de una manera distinta y los sacará de la rutina. Además, surgirán nuevos temas de conversación e, incluso, conocerán a gente nueva.

Y, ustedes, ¿se conocen de verdad?

Una de las mejores formas de conocer a alguien (y de, por supuesto, continuar conociéndose uno mismo) es compartiendo actividades que le apasionan. Pero también es enfrentándose a situaciones nuevas que los lleven a explorar sensaciones juntos. Realizar deporte en pareja puede, justamente, darte luces sobre fortalezas y debilidades propias o de tu pareja que tal vez ambos desconocían. Así que anímense a descubrir nuevas experiencias deportivas y motívense para asumir nuevos desafíos.

Acá conviene hacer un alto para referirnos a las personalidades competitivas: para aquellas parejas que suelen enfrentarse a “duelos” en el hogar porque cada uno intenta mostrar permanentemente que es mejor que el otro, hacer deporte será una forma de trabajar en esa armonía que deben llevar de regreso a casa.

 

Estirar (los músculos y la relación)

A la importancia de estirar siempre los músculos al final de cualquier rutina deportiva, si lo haces con tu pareja estarás fomentando otro espacio de complicidad.

Una forma sencilla y efectiva es que, sentados, sostengan sus brazos y los empujen suavemente hacia adelante acercándose lentamente a los dedos de los pies. A un lado y al otro para que intercambien estiramientos.

El primer día es hoy

Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, siguió la actividad física de 15,792 adultos de mediana edad entre dos consultas médicas. Según lo reporta esta nota de CNN, en la primera visita, se les preguntó a las parejas si cumplían con las recomendaciones de ejercicio de la American Heart Association: 150 minutos por semana de ejercicio de intensidad moderada, o 75 minutos por semana de ejercicio de intensidad vigorosa. El 45% de los esposos y el 33% de las esposas reportaron hacer ejercicio en este nivel.

En la segunda visita, la pregunta se repitió. Los investigadores descubrieron que cuando las esposas cumplían primero los objetivos de ejercicio, los esposos tenían un 70% más de probabilidades de mejorar su juego. Al revés el escenario era distinto: solo el 40% de las esposas cumplían los objetivos de ejercicio después de que sus esposos lo hicieran.

De igual modo, un estudio de la University College London encontró que casi el 70% de las parejas que hacían ejercicio juntas seguían haciéndolo dos años más tarde, mientras que solo una cuarta parte de las parejas que hacían ejercicio por separado todavía hacían ejercicio.

Ya sabes: anímate y convence a tu pareja. Su salud física y mental, y su relación de pareja, se lo agradecerán.

 

IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA

Acroyoga

Esta fusión de acrobacia, yoga y masaje tailandés servirá para fortalecer tu cuerpo (y tu relación). El acroyoga entre parejas es especialmente efectivo para que conecten entre sí, porque son posturas que demandan confianza, trabajo en equipo y comunicación. Además, les permitirá estirarse más profundamente de lo que podrían hacerlo solos. Eso sí, requiere coordinación y mucha concentración.

Acá encontrarás cinco posturas de Acroyoga para principiantes. ¡Anímense!

Calistenia

Si el gimnasio no es lo suyo, la calistenia puede ser una excelente opción. Se trata de entrenarse usando solo el peso del cuerpo. Aunque puedes hacerlo solo, hoy te recomendaremos opciones para realizar con tu pareja.

  • Flexiones con aplausos: realizarlas en pareja les agrega un grado de dificultad porque deberán mantenerse coordinados. Si les acomoda más, pueden realizar las flexiones apoyados sobre las rodillas.
  • “Burpee” con plancha: mientras uno está echado en posición de plancha, el otro hace un “burpee”, luego salta sobre la pareja y, finalmente, realiza otro “burpee” al lado opuesto. Luego, intercambian la rutina.
  • Flexiones sobre plancha: es una excelente manera de realizar flexiones a la vez que tu pareja entrena sus abdominales y fortalece su “core”. Mientras uno está en posición “plank” en el suelo, el otro hace planchas apoyándose en su espalda.
  • Sentadilla espalda con espalda: a la vez que se apoyan uno contra el otro de espaldas y hacen fuerza en las piernas, pueden intercambiar peso elevando los brazos o agregarle más dificultad incluyendo saltos, por ejemplo.
  • Remo con pareja de pie: es una excelente opción para trabajar los músculos de la espalda. Uno se queda de pie y el otro se echa boca arriba entre sus piernas. Luego, tomados de las manos, el del piso se eleva y el otro lo jala, haciendo tensión hacia arriba.
  • “Curl” de femorales en pareja: los dos arrodillados, en fila india. El de atrás lo toma de los pies para evitar que estos se eleven, mientras el de adelante baja hacia el suelo lo más lentamente posible.
  • High-Five Push-Ups: este ejercicio consiste en colocarse boca abajo, cabeza contra cabeza, en una posición de empuje hacia arriba. Bajen en un “push-up” y vuelvan a subir. Cuando estén arriba, levanten su brazo derecho y “dense cinco”.
  • Caminata lateral en pareja: es una combinación de sentadilla y caminata lateral. Colóquense parados espalda contra espalda, empújense uno contra el otro y bajen juntos en una posición de sentadilla. Asegúrese de que sus piernas formen 90 grados con sus rodillas y caderas. Muevan un pie a la vez lateralmente, den cinco pasos a la derecha y cinco a la izquierda. También pueden levantarse y dar pasos entre las repeticiones de sentadillas.

Correr o montar bicicleta

El ejercicio cardiovascular siempre es mejor con buena compañía. Elijan una ruta que, idealmente, incluya vegetación, bonitas vistas y poca congestión vehicular. Y si el aire libre no es lo suyo, siempre las máquinas para correr o las bicicletas estacionarias de los gimnasios son buenas opciones.

¿Deportes de raquetas?

Tal vez ambos tienen un pasado deportivo que reactivar. Si lo suyo es el tenis, el frontón o el squash, una excelente opción para conectarse, a la par que hacen ejercicios, es jugar dobles. Bastará con que encuentren una pareja que los secunde y a la que se propongan vencer en la cancha. Pero, sea que pierdan o ganen, lo principal es que estarán juntos.

¡Salsa, baby!

El ejercicio tradicional no es la única manera de aumentar su ritmo cardíaco. Un entrenamiento divertido y con mucho ritmo son las clases de baile. Y mejor aún si son sugerentes como la salsa o el merengue. Acá tanto el proceso de aprendizaje como el llegar a dominar la técnica serán divertidos, saludables y sensuales. Además, mejorarán sus posturas y su coordinación, saldrán de la rutina y producirán endorfinas hasta para regalar. Así que… ¡a mover ese esqueleto!

¡Aguas!

Una piscina cerca siempre será una buena aliada, sea en el gimnasio o el club (el mar también, evidentemente, aunque requiere de mayor logística). Nadar es un excelente ejercicio de bajo impacto para compartir con tu pareja. Ya sea que decidan competir en carriles vecinos o ir cada uno a lo suyo, pero animando al otro, lo ideal para que trabajen distintos grupos de músculos será que varíen de estilos: si comienzan con pecho, cambian a espalda o mariposa, por ejemplo.

 

Fuentes: Livestrong.com / Calistenia.net