Los beneficios son rápidos y repercuten positivamente en muchos ámbitos.  Conoce la dimensión de su impacto en la salud mental.

¿Te ha pasado que después de correr, nadar, montar bicicleta, levantar pesas, practicar crossfit o functional training experimentas una sensación de satisfacción y vitalidad que se mantiene por largas horas en el día? La explicación a este embelesamiento es muy simple: sucede que durante y luego de una rutina de ejercicios el organismo libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que son las generadoras de este bienestar.

Esto quiere decir que la estabilidad del equilibrio mental producto de los deportes y las actividades físicas intensas no es una sensación subjetiva, sino que forma parte de un proceso fisiológico objetivo, como explicó en Efesalud —plataforma especializada en salud de la Agencia Efe— el médico deportivo y catedrático de la Universidad de Oviedo, Miguel del Valle Soto.

Algo similar concluye un estudio publicado en la revista británica The Lancet Psychiatry: hacer ejercicios con moderación permite tener una mejor salud mental y bienestar emocional. Por el contrario, aquellas personas que no practican actividades deportivas son más propensas a sufrir de estrés, depresión y problemas emocionales.

En cambio, enfocarte en entrenar y competir en el deporte aleja las preocupaciones y crea un espacio y tiempo para ti mismo. También, según la actividad, puedes obtener beneficios inmediatos al hacer ejercicios relajantes e interactuar con otras personas, además de tener más energía para otras ocupaciones. Distintas investigaciones han demostrado que el ejercicio físico es uno de los mejores aliados para la salud mental y ayuda a alcanzar el equilibrio emocional, como comprobarás detalle a detalle.

  • Reduce la ansiedad

El ejercicio aeróbico es muy útil para reducir la ansiedad, como se afirma en el estudio Efectos del ejercicio y la actividad física sobre la ansiedad. Cuando sufres de esta alteración, te encuentras vulnerable a cambios fisiológicos, como, por ejemplo, una taquicardia. Por ello, con la práctica regular de este tipo de ejercicios evitarás todas estas manifestaciones.

Los resultados de una investigación publicada en la revista British Journal of Sports Medicine dan cuenta que repetir series de cinco minutos de ejercicios aeróbicos brindan estímulos para contrarrestar la ansiedad. Además, evidencian que las personas que cumplen con un plan de actividades deportivas de entre diez y quince semanas obtienen mayores efectos beneficiosos.

  • Combates la depresión

Hacer ejercicios de forma continua y regular reducen los síntomas depresivos, de acuerdo con un artículo publicado en Harvard Health Publishing, división de publicaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Es decir, el deporte puede llegar a ser tan efectivo como lo son los medicamentos, pero de manera natural.

Seguro te habrás dado cuenta de que cuando mantienes un ritmo deportivo aceptable, tu estado de ánimo mejora, pues se genera una proteína cerebral llamada BDNF, que permite el crecimiento de las fibras nerviosas. La neurociencia ha demostrado que la producción de BDNF permite que el cerebro se encuentre con mayor predisposición a los cambios.

Además, los efectos de seguir una actividad física regular se pueden extender en el largo plazo y prevenir episodios de depresión futura, según un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry, revista especializada en psiquiatría. Los investigadores argumentan que solo una hora de deporte o rutina de ejercicios a la semana marca una gran diferencia.

  • Vives con buen humor

Un deportista también vive más alegre y con mayor disposición en el día a día. Es normal que, después de un entrenamiento o competencia deportiva, percibas que estás con buen humor. En una entrevista en la publicación impresa de la American Psychological Association, Michael Otto, profesor de psicología en la Universidad de Boston, asegura que el vínculo entre ejercicio físico y estado de ánimo es muy fuerte. Y añade que tras cinco minutos de ejercicios ya se empieza a sentir este impacto positivo.

En un estudio elaborado por la Universidad de Stuttgart, se pidió a los participantes que califiquen su estado de ánimo después de practicar actividades físicas y después de estar en periodos de inactividad (como mirar televisión). Los resultados denotaron que las personas se sentían más despiertas, tranquilas y contentas tras la primera experiencia.

  • Mejoras tu autoestima

La autoestima también es una de las grandes beneficiadas. El entrenamiento físico mejora la percepción que una persona tiene de sí misma, más allá de su estatura, peso, edad o sexo. Además, la confianza personal se estimula al superar los distintos desafíos que implica trabajar físicamente el cuerpo para llevar una vida saludable y participar en algún torneo.

Según el estudio Ejercicio físico y bienestar psicológico: una revisión crítica, publicado en Brithish Journal of Sports Medicine, este vínculo puede ser más poderoso con las personas que, precisamente, tienen baja autoestima y necesitan de estímulos para superar ese problema. En ese sentido, el deporte y los ejercicios son terapéuticos.

  • Evitas el deterioro cognitivo

Otro de los beneficios de los ejercicios es que reducen la probabilidad de experimentar un deterioro cognitivo. Esto es, entre otras cosas, porque las personas activas físicamente tienen las partes del cerebro encargadas de controlar el pensamiento y la memoria (la corteza prefrontal y la corteza temporal medial) más desarrolladas que las sedentarias, tal como se señala en un artículo publicado en Harvard Health Publishing.

En la misma publicación, el doctor Scott McGinnis, instructor de neurología en la Harvard Medical School, especifica que el aumento del volumen de estas regiones cerebrales mencionadas se percibe en un tiempo relativamente corto, con tan solo ejecutar de manera regular un programa de ejercicios de intensidad moderada durante seis meses o un año.

  • Mejoras el rendimiento académico

Una investigación elaborada por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Cádiz (UCA) y la Universidad de California dio como resultado que los esfuerzos físicos intensos, reiterativos y frecuentes tienen un impacto positivo en la concentración y, por consiguiente, en el rendimiento académico de los jóvenes.

Irene Esteban-Cornejo, coordinadora del departamento de Educación Física, Deporte y Motricidad de la UAM y una de las autoras del estudio, sostiene que los ejercicios físicos influyen sobre la fuerza muscular, la capacidad cardiorrespiratoria y la habilidad motora. Todos estos factores intervienen en la transmisión cognitiva, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva que como consecuencia mejoran el rendimiento académico.

Cuerpo y mente unidos

Ten en cuenta que para gozar de los beneficios antes mencionados debes convertir en un hábito el mantener un ritmo deportivo adecuado. Ese esfuerzo se reflejará rápidamente en un equilibrio mental y una buena salud emocional. La frase “mente sana en cuerpo sano” no deja de ser cierta por más trillada que sea. Es más: hay algunas disciplinas a las que le cae perfecto.

Por ejemplo, el yoga es una buena alternativa para lograr una armonía entre el cuerpo y la mente. Como consecuencia, puede mantenerte relajado y controlar el estrés y la ansiedad. El taichí es otra de estas disciplinas: reduce el estrés a través de movimientos suaves y fluidos. En esa misma línea, otro deporte recomendado por Harvad Health Publishing es la natación.

Como puedes ver, la evidencia científica confirma que la actividad física permite cuidar tu salud emocional y mejorar tu bienestar psicológico. Los estudios han demostrado que estas prácticas son beneficiosas para evitar trastornos psicológicos como la ansiedad, depresión, estrés y problemas para dormir. Además, con una rutina de ejercicios de manera regular puedes mejorar tu rendimiento y #AlcanzarTuNivelPro.