Estos consejos te ayudarán a reafirmar tu compromiso con el deporte en la vida diaria y continuar con un alto desempeño deportivo para ingresar a una etapa más competitiva.

Empezar a hacer deporte o una rutina de ejercicios es positivo, pero no suficiente: lo más importante es alcanzar el máximo nivel y por qué no llegar a ser un profesional de la disciplina escogida. Y para lograr esa experiencia, es clave hacer lo indispensable: reafirmar el deporte como estilo de vida y mantener el ritmo deportivo con miras a superarte cada día más.

Este último punto es una tarea crucial. Por esa razón, previamente a volver a sentar tu compromiso con el deporte y mejorar tu performance, debes tener en cuenta aquellos factores que muchas veces se presentan como obstáculos para cumplir esos objetivos, precisamente para que eso no ocurra.

Por ejemplo, la psicóloga Sherry Pagoto refirió, en un artículo publicado en la revista Psychology Today, que una de las razones por la que se abandona la constancia en el deporte, lejos de ser la flojera como suele creerse,  es por las situaciones incómodas que la práctica genera, como sudoración, agotamiento, exposición al frío o calor, o poca tolerancia ejercitarse frente a extraños. Por eso, la especialista recomienda salir de la zona de confort, repitiendo algunas de estas incomodidades para que se vuelvan cotidianas.

En otra investigación, el psicólogo Mathew J. Biondolillo concluye que la principal causa por la que cuesta iniciar o mantener una rutina de ejercicios es la falta de motivación. La investigación, que salió a la luz en la revista Memory, sostiene que las personas están programadas para tener recompensas a corto plazo, por lo que hacer deporte a diario se complica si no se consiguen los resultados deseados. De ahí la necesidad de fijar metas concretas y alcanzables para evitar la frustración.

En una entrevista para The Guardian, la psicóloga del deporte y el ejercicio Helen O´Connor aconseja vincular una señal específica con una respuesta específica. Es decir, si quieres practicar atletismo todos los martes y jueves, y sucede que a tus amigos se les ocurre salir uno de esos días a divertirse, debes tener fuerza de voluntad y decir que no, además de recordar lo bien que te sentirás después de disfrutar de los beneficios de la actividad física.

Algo más aún: se deben desarrollar hábitos más pequeños en torno a los más grandes. Es decir, si vas a salir a correr, corresponde definir la distancia, el objetivo del día, el lugar donde practicarás tu rutina, así como tener tus implementos preparados y asegurarte de haber ingerido la dieta adecuada según las metas que quieras alcanzar.

Del hábito al salto en el rendimiento

Hasta aquí está claro algunos inconvenientes que debes afrontar. Superarlos ya significa un avance en el camino de consolidar el deporte en la vida diaria y sostener una disciplina competitiva, pero hay consejos específicos que debes asumir para adentrarte con mayor confianza. Puedes seguir estas cinco acciones:

  • Conócete a ti mismo

Para mantener el ritmo deportivo es necesario practicar una actividad o deporte que se adapte a tus gustos y personalidad. No te dejes guiar por las modas o por un exceso de expectativas. Toma consciencia del deporte o rutina que realmente puedes repetir con disfrute. Incluso, la idea es que lleves esta práctica a situaciones cotidianas. Por ejemplo, si te fascina el ciclismo, puedes ir en bicicleta a tu trabajo, o si tu pasión es caminar, hazlo también a la hora de encontrarte con tus amigos en vez de tomar transporte público.

  • Busca formas de recompensa

Un premio siempre cae bien. Según un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, el hecho de prometerse una recompensa después de cumplir una cierta cantidad de tiempo haciendo deporte ayuda a que te sientas motivado y sigas la rutina de ejercicios que te propongas. Por ejemplo, podrías comprarte mejores implementos deportivos si alcanzas un nivel más en tu preparación o competencia. Otra alternativa podría ser salir a comer un “gustito” a un restaurante, aunque las recompensas no siempre deben estar relacionadas con comida.

  • Registra tus avances de nivel

Es importante darse cuenta de los avances que se van logrando, ya que motivarán a seguir realizando la práctica deportiva, de acuerdo un estudio de la Universidad del Oeste de Sidney. Estos cambios pueden ser notorios en el cuerpo o en la salud. Si es posible, anótalos para que seas más consciente de tus logros. La investigación también rescató la importancia de notar el aumento de la actividad física desde el comienzo, por lo que se hace necesario registrar los kilómetros que se corren, el peso que se levanta o los días en que uno se ejercita.

  • Contágiate de los demás

El estudio ¿Es contagiosa la mala condición física? Evidencia de amigos asignados al azar demostró que hasta el 70% del nivel de condición física de las personas puede explicarse por las personas con las que entrena. Asimismo, la investigación El efecto dominó: el contagio emocional y su influencia en el comportamiento grupal comprobó que si trabajas con personas muy motivadas obtendrás resultados positivos. Además, el trabajo grupal no solo refuerza la motivación, sino también la responsabilidad. Por ejemplo, si tiene un compromiso con otras personas, se sentirá con la obligación de cumplir.

  • Compensa las interrupciones

Siempre habrá eventos que alteren tu horario de ejercicios, como una reunión, enfermedad, viaje, entre otros motivos. Pero, aun cuando no puedas cumplir con tu plan habitual, debes continuar con alguna rutina alternativa. Parar podría volverse una costumbre y tener algunas consecuencias como perder el ánimo y el ritmo deportivo. Si no pudiste ir un día al gimnasio, intenta reemplazar la actividad con ejercicios en tu casa o en algún parque.

Asegúrate de no sentir que has vuelto al punto de partida. Según el National Institute on Aging, siempre uno debe tener en cuenta las razones por las que empezó a asumir el deporte como estilo de vida y las metas trazadas. Recordar los motivos y apreciar cuánto se ha logrado hasta ese momento puede ayudarte a recuperar energías y a continuar con más fuerza aún.

Cuidado con los errores

Hay múltiples razones por las que una persona no se llega a comprometer al 100% con el deporte que empezó a practicar y estos factores pueden determinar su alejamiento. Aquí te dejamos una lista con los errores más habituales que provocan una falta de empeño en las rutinas de ejercicios y cómo evitarlos para que el entrenamiento se convierta en una actividad indispensable de tu estilo de vida.

  • Concentrarse solo en perder peso

La pérdida de peso no debe ser el único factor por el que te esfuerces día a día en el deporte. Concebirlo así ocasionará que, si no logras tu objetivo en poco tiempo, te alejes de realizar cualquier esfuerzo físico. Si haces ejercicio con regularidad, lo más probable es que sí pierdas los kilos necesarios, pero no debe ser el único agente motivador. “Medir otros factores, como la rapidez con la que puedes correr un kilómetro o cuánto tiempo te lleva nadar 500 metros, es un gran motivador y te muestra que te permite estar más en forma y más saludable”, dice la psicóloga deportiva Helen O´Connor en la referida entrevista en The Guardian.

  • Expectativas poco realistas

Es necesario ir de a pocos e ir aumentando la intensidad y frecuencia. No trates de “matarte” con muchos ejercicios por querer llegar a una meta que, valgan verdades, es muy ambiciosa. Si te has planteado hacer doble turno en el gimnasio cuando con mucho esfuerzo ibas tan solo en un horario es muy probable que no lo cumplas y dejes todo a medias. Lo recomendable es empezar con objetivos más pequeños. De esta manera, puedes desarrollar quemar etapas hasta que empieces a sentir ansias por comenzar una rutina de mayor nivel.

  • Poner como excusa otras responsabilidades

El trabajo, estudio o la familia pueden provocar que se reduzca el tiempo para hacer ejercicios. Esta es una de las excusas más usadas para no esforzarse al máximo en el deporte. Para solucionar esta problemática, se podría hacer ejercicio antes de salir o al llegar a casa. Incluso, date la opción de intercalar diferentes rutinas, y que una de ellas sea en casa: por ejemplo, pon algún video sobre baile fitness en YouTube y practícalo en tu sala o patio.

Así que no pongas más excusas y trázate nuevas metas. Verás que poco a poco podrás mantener tu desempeño deportivo, evolucionar hacia una etapa de mayor exigencia y estar listo para cualquier competencia o campeonato. Solo sácale el máximo provecho a tu entrenamiento y #AlcanzaTuNivelPRO.