Si quieres adelgazar, aumentar tu rendimiento físico o mejorar tu salud, conoce aquí el impacto en tu organismo de ambas formas de correr.

Correr es el ejercicio más sencillo y económico que existe. Solo bastan un par de zapatillas, un poco de tiempo y ganas de entrenar. Como explica la revista Runner’s World, cada día aparecen nuevas razones para esta actividad. Sus beneficios son numerosos y no se limitan a bajar de peso y a mejorar la salud del corazón. Por ejemplo, ahora se sabe que también protege las articulaciones, disminuye los fuertes dolores de cabeza, previene las fracturas, mejora la audición, mantiene la piel saludable y reduce el estrés.

Beneficios de correr en un parque

Ahora, ¿cuál es una mejor alternativa: correr al aire libre o sobre una cinta en el gimnasio? Veamos: si tienes costumbre de correr alrededor de un parque o por las calles cercanas a tu casa, eso está perfecto. Hay buenas razones para seguir haciéndolo: el pisar en distintas superficies y desniveles, y enfrentarse al viento, la llovizna o el calor produce una mayor activación muscular, refuerza los huesos y resulta divertido. Además, puedes hacerlo en grupo, interactuar con el entorno y asumir como un reto las condiciones del clima.

Está comprobado que cuando uno corre al aire libre tiene mayor resistencia y sientes que te esfuerzas menos comparado con estar encima de una cinta. Así lo demostraron un grupo de científicos australianos en una investigación que publicaron en la revista Sports Medicine. Y eso es ventajoso porque si, por ejemplo, quieres bajar esos kilos que subiste por darte unos gustitos o salir a divertirte el fin de semana, es necesario correr —¡qué importa lento!— por trayectos más largos y durante más tiempo.

La ciencia del running en una cinta

Pero no siempre es posible correr por la calle. Puede ser que la ruta cercana atraviese por zonas oscuras o riesgosas, o también que haya mal clima, tengas horarios difíciles o simplemente quieras probar algo nuevo. Para todo esto, existen las máquinas de correr. Si bien es cierto no produce las mismas sensaciones que el entrenamiento al aire libre, hay investigaciones que sugieren que, al inclinar la cinta en 1%, se puede simular la misma experiencia, compensando la falta de resistencia del suelo y el aire. Además, cuando se corre bajo techo evitas los efectos del clima y la contaminación.

Estas virtudes hacen que sean magníficas para comenzar a practicar el running. En las cintas no hace falta que te desplaces: solo debes seguir el ritmo que gira bajo tus pies. Esto suele ser más sencillo porque las piernas acompañan el movimiento de la máquina, mientras que al aire libre tienes que tomar impulso desde la pista, vereda, tierra o pasto. Precisamente, las máquinas de correr han sido diseñadas para absorber el impacto de cada pisada, lo que protege tus articulaciones si tienes en cuenta que, según el Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física (ISAF) de España, tus rodillas reciben un impacto de hasta tres veces tu peso corporal por cada movimiento.

Las máquinas de correr ofrecen otras ventajas que destaca Selena Samuela, especialista en entrenamiento en máquinas de correr. Ella comentó a la revista Runner’s World que trotar ayudado por una cinta te permite tener un mejor control de las velocidades y la dificultad de entrenamiento. Además, asegura que “es más motivador completar una carrera con un tiempo establecido o una distancia fija”.

Uno de los mayores casos de éxito de este entrenamiento fue Christine Clark, quien ganó las clasificaciones de Columbia para la maratón de Sidney 2000. Como vivía en Alaska, donde el invierno es muy crudo, hizo casi todo su entrenamiento en su sótano, sobre una cinta de correr.

Combinando suelo y máquinas

Entonces, ¿es mejor correr por las calles o encima de una cinta? Ambas formas son idóneas. De hecho, la investigación de Sports Medicine mencionada al inicio demuestra que el cuerpo realiza un esfuerzo similar para mantener el ritmo y cumplir con las metas establecidas. Si hay diferencias, tan solo son de detalles y relacionados a la comodidad, gustos, sensaciones y a cómo se utilizan las máquinas.

Una buena alternativa es combinar estas dos formas de correr, dependiendo de tus necesidades y objetivos. Así romperás el tedio y te motivarás a continuar ejercitándote. Si, por ejemplo, quieres es prepararte para una carrera 5K, 10K o media maratón, puedes correr uno o dos días en una cinta para mejorar tu ritmo y velocidad, y luego dos o tres días en exteriores para que ganes distancia y acondiciones tu cuerpo a las condiciones reales de la competición.

En caso solo quieras comenzar a hacer ejercicio para adelgazar, mejorar tu salud y sentirte bien, no te preocupes por establecer una rutina, al menos no al comienzo. Solo corre por las calles o sobre una cinta, o alternando ambas formas. Trata de repetirlo todas las semanas. Incluso un ejercicio espaciado es mejor a no hacer nada. Luego verás que pronto tu propio cuerpo te pedirá aumentar la dosis. Ahora solo falta que te pongas tus zapatillas y te animes a correr para #AlcanzarTuNivelPRO.